Guadalupe es sin duda sinónimo de ociosidad, playas de arena blanca y baños al atardecer. Pero hay más cosas que descubrir en la isla del Papillon.
Si te gustan las emociones fuertes y buscas actividades insólitas para hacer durante tu estancia en Guadalupe, has venido al lugar adecuado.
Ya seas una pareja, un grupo de amigos o una familia, vamos a mostrarte 5 cosas increíbles que hacer en Grande-Terre o Basse-Terre.
Así que ¡sigue la guía!
1. Jugar a ser un aventurero en el parque de aventuras Le Tapeur
¡Guadalupe es un extraordinario patio de recreo!
El Parque de Aventura Le Tapeur te ofrece la oportunidad de experimentar una combinación de aventura y naturaleza en un magnífico entorno en Les Mamelles. Hay algo para todos los gustos y habilidades, con senderos familiares y pistas negras más desafiantes.
El Parque Aventure está justo enfrente del zoo de Les Mamelles. Está abierto a todos, de 3 a 78 años.
Prepárate para emociones y risas. Todos los ingredientes están ahí para que pases un rato excepcional: tirolina, escalera suspendida, escalada de árboles en la selva, tirolina… Tanto si eres un fanático de los deportes como un entusiasta de la naturaleza, te encantará.
2. Sobrevolar Guadalupe y admirar la Pointe des Châteaux
Si hay un lugar en el planeta donde sobrevolar el paisaje ofrece unas vistas increíbles, ése es Guadalupe.
Eso es exactamente lo que puedes hacer con ULM Caraïbes, que ofrece vuelos en ultraligero, girocóptero y helicóptero.
¿Nunca has volado?
Regálate el primer vuelo más increíble: saliendo del aeródromo de Saint-François. Nada más despegar, sobrevolarás la espectacular Pointe de Châteaux. Luego divisarás rápidamente la isla de Désirade, Marie-Galante, Les Saintes y las islas desiertas de Petite Terre.
Para emociones aún mayores, aprovecha las otras actividades disponibles en el aeródromo de Saint-François: paracaidismo o ala delta.
3. Un masaje en un entorno natural…
Te encantará este interludio de serenidad, con un momento diseñado sólo para ti.
Es posible que conozcas los numerosos ríos que fluyen por Pointe-Noire. Estos cursos de agua crean hermosas cuencas naturales donde puedes pasar momentos paradisíacos.
Ir al río es un verdadero arte de vivir en Guadalupe. Es una forma de estar en comunión con la naturaleza, al tiempo que recargas las pilas.
Hay una persona en la isla de Guadalupe que te ofrece la posibilidad de sumergirte en este exuberante entorno natural, mientras disfrutas de un tratamiento hecho a tu medida. Todos los tratamientos se basan en productos locales y naturales: aceite de coco, aloe vera, azúcar de caña, café, especias, manteca de cacao, etc.
A continuación, disfruta de un tratamiento a manos de Chadek: una exfoliación, un tratamiento facial o un tratamiento capilar nutritivo. Después date un chapuzón en la piscina natural del río para prolongar tu relajación.
Cada tratamiento dura 2 horas. A partir de 2 personas 40 €/persona.
4. Prueba un bokit, luego otro…
Como todos sabemos, no hay comida más perfecta y sencilla que un bocadillo. Y este plato, originario de Guadalupe, bien podría ser uno de los mejores bocadillos del mundo.
El bokit se hace con una masa que se fríe generosamente. Una vez en el aceite, se hincha y adquiere la forma redondeada de un pan de pita ultrasuave.
Una vez horneado, este pan frito se rellena con una variedad de rellenos: pescado, marisco, carne y verduras, salsa de perro y guacamole criollo.
Todo se sirve caliente, a menudo por un camión de comida o un vendedor ambulante. Te arriesgas a convertirte en un adicto al bokit.
Como ocurre con cualquier buena especialidad local, no hay una receta estricta. Sólo un sinfín de variedades y mucha gente que afirma que su versión es la mejor.
Así que aprovecha tu estancia en Guadalupe para salirte de los caminos trillados y ¡probar el mejor bokit de Guadalupe!
5. Dormir en una villa junto a la laguna
Cuando vengas a Guadalupe, tendrás la oportunidad de alojarte en un lugar increíble e insólito. Así que, ¿por qué no aprovechar la oportunidad de alojarte en una villa de lujo con vistas a la laguna de Saint-François?
Imagina que te despiertas por la mañana, abres los ojos y ves desplegarse a tus pies un paisaje de postal, sólo para ti: una playa de arena blanca, exuberantes palmeras, vistas al océano y a la clara laguna azul turquesa…
Son momentos que te acompañarán durante mucho tiempo.
Un chapuzón en la piscina infinita es una delicia, y puedes acompañarlo de un ron arreglado, o de la puesta de sol.
Si sueñas con una villa con los pies en el agua, tenemos dos villas excepcionales que te proporcionarán una experiencia inolvidable en un entorno contemporáneo.
El chalet Paradisiac de Saint-François hace honor a su nombre. Entenderás por qué cuando veas las fotos. Esta casa, con capacidad para ocho personas, ofrece impresionantes vistas al océano y una mágica piscina infinita. Tienes acceso directo a la playa desde tu terraza privada.
Villa Pacha es realmente una de las villas más bonitas de la ciudad de Saint-François.
Está situado junto al campo de golf y el puerto deportivo. Prepárate para vivir momentos de gran convivencia con la cocina abierta y esta cubierta que sobresale sobre el mar, como si pudieras caminar sobre el agua de la laguna de Saint-François.