¿Sueñas con estar en una playa de arena blanca? ¿Nadar en cálidas aguas turquesas? Por eso has decidido reservar tus vacaciones y volar a Guadalupe. Ahora puedes relajarte en tu tumbona.
Hoy, sin embargo, nos gustaría presentarte un lado menos conocido de Guadalupe. Estás a punto de descubrir un lado de la isla que quedará grabado en tu memoria por su belleza: las Chutes du Carbet.
Es una excursión que no debes perderte durante tu estancia en la isla de las bellas aguas.
Pronto verás por qué esta visita es absolutamente imprescindible.
Las cataratas del Carbet: tras las huellas de Cristóbal Colón
¿Sabías que Cristóbal Colón mencionó las Chutes du Carbet en su cuaderno de bitácora en 1493? He aquí sus palabras: «Un manantial muy grande que vertía agua por todos los lados de la montaña».
Cuenta la leyenda que el explorador vio las dos primeras cataratas desde la orilla de Capesterre-Belle-Eau cuando desembarcó en Guadalupe en noviembre de 1493.
Las cataratas están situadas en el curso del río Carbet. Se encuentran entre las más impresionantes de las Antillas. El río debe su nombre al poblado amerindio habitado por carbets. Los carbets son cabañas de madera utilizadas como refugio. Se situaban muy cerca de las desembocaduras de los ríos.
El nacimiento del río Carbet está en la ladera de La Soufrière, que es un volcán. Por eso sus aguas son sulfurosas y transparentes. Desemboca en el mar 11 km más abajo.
- Verás que las Chutes du Carbet están formadas por tres saltos.
- Se encuentran en el municipio de Capesterre-Belle-Eau, en Basse-Terre.
- Son una de las principales atracciones turísticas de Guadalupe, ya que reciben 400.000 visitantes al año. Es el lugar más visitado de la isla.
Dependiendo de tu gusto por el esfuerzo y la aventura, y del tiempo de que dispongas, puedes elegir el otoño que más te convenga. Algunos son más accesibles que otros… Veamos cómo llegar.
El primer Chute du Carbet, el más alto del mundo
Para llegar a la primera Chute du Carbet, dirígete al municipio de Capesterre-Belle-Eau. Encontrarás un aparcamiento en la zona de recepción de la cascada. Está vigilado por personal del Parque Nacional de Guadalupe (donde se encuentran las dos primeras cascadas).
Si vienes en coche, introduce esto en tu GPS: «Centre d’accueil des chutes du Carbet». Lo encontrarás muy fácilmente.
El acceso al Parque Nacional de Guadalupe es de pago:
- 2,20 por adulto
- 1 por niño (de 2 a 12 años)
- 4,40 para una familia de 2 adultos y 2 niños
- 1,50 para un grupo (8 personas o más)
Una vez hayas aparcado en el aparcamiento, sigue el sendero a pie. Está muy bien señalizado. Es una bonita excursión de 3 horas de ida y vuelta, a través de un colorido paisaje de rocas rojas anaranjadas que gotean las aguas sulfurosas de la Soufrière.
Recuerda llevar buen calzado para caminar con comodidad por el empinado sendero, que a menudo está resbaladizo. Cruzar el barranco de Longueteau puede ser difícil, sobre todo si ha llovido poco antes.
El espectáculo del primer Chute du Carbet es espectacular: ¡el salto tiene 115 metros de altura! ¡Seguro que consigues unas fotos espectaculares!
El segundo Chute du Carbet, fácilmente accesible
Es la cascada más accesible, lo que significa que también es la más popular entre los turistas.
El punto de partida es el mismo que para el primer Chute du Carbet.
Sólo se tardan 45 minutos en ir y volver desde el aparcamiento. El camino está totalmente asfaltado con hormigón. Es accesible incluso para personas con movilidad reducida.
Caminarás por la selva tropical, al canto de los numerosos pájaros.
La Chute du Carbet, de 110 metros de altura, te dejará sin aliento.
La cuenca que recibe el agua de la cascada se ha reducido a causa de los desprendimientos de rocas. Ahora está prohibido acceder a ella por ser demasiado peligrosa. ¡El agua de esta cuenca puede alcanzar los 42°! Se está vigilando para evaluar la actividad del volcán.
El tercer y más potente Chute du Carbet
El tercer Chute du Carbet está fuera del Parque Nacional de Guadalupe. Puedes aparcar en el aparcamiento que hay a las afueras de Capesterre, en dirección a Routhiers. El acceso a esta cascada es gratuito.
Aunque la tercera Chute du Carbet sólo tiene 20 metros de altura, te impresionará su potente caudal. Es la cascada más alta de Guadalupe.
La guinda del pastel: la cascada desemboca en una sublime piscina circular, donde por fin puedes darte un chapuzón. Es una recompensa bien merecida tras las 2,5 horas de caminata hasta la cascada. La excursión es difícil y más adecuada para senderistas experimentados.
Sin embargo, ten cuidado al nadar de no acercarte demasiado al chorro de la cascada, que puede sorprenderte con su fuerza.
Si te gusta la paz y la tranquilidad, aquí te sentirás como en casa, donde hay menos turistas.
Asegúrate de tener toda la información que necesitas antes de visitar esta cascada, ya que el acceso puede estar cerrado debido a corrimientos de tierra.
Le Grand Étang, ideal para familias
¡No puedes venir a los Chutes du Carbet y no hacer una parada en el Grand Étang! Puedes llegar aparcando en la aldea de Habituée, en la D4.
Las Chutes du Carbet están salpicadas de pequeños estanques y lagos de montaña. Aquí descubrirás una impresionante variedad de flora y fauna, como plantas exóticas, aves endémicas, peces y gambas ouassous.
Te recomendamos el fácil paseo de 1,5 horas por Grand-Étang. Te encantará hacerlo con toda la familia. El sendero te ofrece la oportunidad de descubrir las características del denso bosque tropical, en un entorno accesible y paisajístico único en la isla. Hay incluso zonas de picnic.