Creta ofrece una plétora de atracciones y actividades que la convierten en el lugar ideal para pasar tus vacaciones. Desde antiguas ruinas a magníficas playas y todo lo que hay entre medias (cultural, gastronómico y deportivo), ¡descubre las 3 irresistibles razones por las que unas vacaciones en Creta deberían encabezar tu lista!
1. La cocina cretense, imprescindible durante tu estancia en Creta
La cocina cretense tiene un lenguaje propio, con sabores increíbles e ingredientes locales únicos. Creta es también uno de los principales productores de aceite de oliva de calidad, ¡un producto que debes meter en tu equipaje antes de salir de la isla!
Creta tiene una tradición vinícola que se remonta a más de 4.000 años, ¡y merece la pena explorarla! La guinda del pastel es que la comida cretense es en gran parte local y fresca, y conocida por sus beneficios para la salud.
Una de las mejores cosas que comer en Creta es la ensalada local llamada «Dakos», hecha con tomates frescos, queso mizithra cretense y aceite de oliva, servida en una especie de bruschetta (¡sólo que mejor!).
Los quesos cretenses van de la suave y melosa mizithra a la graviera curada, así como un queso para untar llamado xinogalo.
Visita los mercados de Chania o Heraklion para hacerte una idea de las muchas opciones de quesos, ¡y prueba un poco de todo para encontrar tu favorito!
Para los gourmets, hay «rutas gastronómicas» para descubrir los secretos gastronómicos de Creta.
Los cretenses son famosos por disfrutar de los caracoles llamados «hochliee» fritos (con vinagre, sal y romero) y cocidos en una cazuela de barro.
El jamón ahumado conocido como apaki también es delicioso. Su delicado sabor a hierbas lo hace único.
Por último, las Sfakianes (o mizithropites) son la interpretación cretense de la clásica tiropita griega (tarta de queso). Esta variante es redonda y plana, rellena de un queso blando y suave y ligeramente frita. Rociados con miel local, crean una combinación de sabores sin igual.
2. Vacaciones en Creta: cada playa más bonita que la otra
No creas que el paisaje de Creta es todo montañas espectaculares y escarpados acantilados. Toda la isla está rodeada de playas impresionantes, y explorar la variedad de playas cretenses es una de las mejores cosas que hacer en verano.
La lista de las mejores playas de Creta es larga, pero lo que todas tienen en común son sus aguas cristalinas:
- Como en Elafonisi, ¡donde la arena se vuelve de un increíble color rosa! Estas aguas turquesas parecen casi demasiado perfectas para ser reales, pero lo son.
- La laguna de Balos (o playa de Balos con la isla de Tigani) es una visita obligada. Se encuentra al noroeste de la isla.
- Las playas de arena negra de Agia Roumeli.
- La playa de Paleohora, en la costa sur, es una interminable extensión de arena.
- La playa de Vai, que está justo al lado del bosque de palmeras.
¡Pero eso no es todo! Creta está rodeada de exóticos islotes a un corto trayecto en ferry de la isla principal.
- La isla de Chrysi (también conocida como «isla de los burros») te encantará con su arena blanca, sus aguas turquesas y sus cedros (¡la isla alberga el mayor bosque natural de cedros libaneses de Europa!).
- Igualmente mágica, la isla de Koufonisi, en el mar de Libia, está rodeada de arena blanca, aguas cristalinas y magníficas cuevas de roca blanca.
Consejo: Las islas griegas están llenas de tesoros naturales, pero nos gustaría hacer una mención especial a la playa de Matala, conocida por sus rocas circundantes llenas de pequeñas cuevas que fueron hogar de hippies en la década de 1960.
3. Descubre los códigos secretos de Creta
¿Recuerdas la mítica historia de Teseo y el Minotauro? El rey de Creta, Minos, estaba atormentado por el Minotauro, un monstruo atrapado en un laberinto bajo el castillo, que exigía el sacrificio de siete jóvenes cada año.
A su vez, el rey Minos exigió a Atenas que enviara a estos jóvenes para satisfacer al Minotauro, cosa que hizo hasta que Teseo, hijo del rey de Atenas, decidió poner fin a la situación y viajó a Creta para derrotar al Minotauro. Con la ayuda de Ariadna, la princesa cretense, consigue entrar en el laberinto, matar al Minotauro y utilizar un hilo (¡idea de Ariadna!) para encontrar la salida.
Esta historia tiene lugar en Cnosos, que es también la ciudad más antigua de Europa y uno de los tesoros antiguos que hay que explorar en Creta. Actualmente es un yacimiento arqueológico de fama mundial, situado a 5 km al sureste de Heraklion. Cnosos fue la capital de la civilización minoica en torno al año 2000 a.C.
El palacio (que alberga el famoso laberinto) está a pocos minutos de Heraklion, la ciudad más grande de Creta. El lugar fue restaurado de forma controvertida por un arqueólogo británico a principios del siglo XX. Puedes entrar en las partes reconstruidas del palacio. Verás réplicas de murales y frescos.
Un yacimiento antiguo igualmente impresionante, pero mucho menos frecuentado por los turistas, Phaistos fue la segunda ciudad más grande de los minoicos. Su ubicación no es tan conveniente como la de Heraklion, pero está a pocos kilómetros de la costa sur de la isla y del mar. El lugar ha estado habitado desde el año 4000 a.C., y sigue siendo un destino excelente para un viaje en el tiempo a la Antigüedad.
Consejo: si hace demasiado calor para una visita al aire libre, el museo arqueológico de Heraklion es una visita obligada. Recientemente reabrió sus puertas tras una renovación de siete años, y la espera mereció la pena, ya que ahora es una de las principales atracciones históricas de Grecia. Sus nuevos espacios expositivos reúnen tesoros de la rica historia de la isla, como el disco de Faistos, cubierto de misteriosas inscripciones simbólicas que los arqueólogos aún no han descifrado.
Descúbrelo por ti mismo y comprueba si puedes descifrar este antiguo código secreto en tu viaje a Creta.